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La grasa no se quema, se oxida: Descubre cómo acelerar tu metabolismo

Jose Yañez

¿Estás cansado de escuchar miles de consejos sobre cómo quemar grasa sin obtener resultados?

¿Te has preguntado alguna vez si realmente es posible eliminar esos kilos de más de una vez por todas?

Si la respuesta es sí, entonces estás en el lugar indicado.

Prepárate para descubrir la verdad detrás de uno de los mitos más extendidos: la grasa no se quema, ¡se oxida!

En este artículo te revelaremos todo lo que necesitas saber sobre este fascinante proceso metabólico y cómo puedes aprovecharlo para alcanzar tus objetivos de pérdida de peso.

¿estás listo para desafiar tus creencias y adentrarte en un mundo donde la grasa se desvanece en lugar de quemarse?

¡Empecemos juntos esta aventura hacia una vida más saludable y llena de energía!

La grasa no se quema se oxida

La grasa no se quema se oxida 1

La grasa no se quema, se oxida: ¿Mito o realidad?

Cuando se trata de perder peso y mantener una buena salud, la quema de grasa es un tema comúnmente discutido.

Muchas personas creen que, al realizar ejercicio, están quemando la grasa acumulada en su cuerpo.

Sin embargo, existe la creencia de que en realidad la grasa no se quema, sino que se oxida.

En este artículo, exploraremos esta afirmación y analizaremos si se trata de un mito o una realidad respaldada por la ciencia.

En primer lugar, es importante comprender qué significa que la grasa se oxide.

La oxidación es un proceso químico en el cual una sustancia reacciona con el oxígeno para producir energía.

En el caso de la grasa, este proceso implica la descomposición de los ácidos grasos almacenados en el tejido adiposo para generar energía utilizable por el cuerpo.

Cuando realizamos actividad física, nuestro cuerpo necesita energía para funcionar correctamente.

En primer lugar, el organismo recurre a los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno para obtener energía de manera rápida y eficiente.

Sin embargo, cuando el cuerpo agota estas reservas de glucógeno, entra en un estado de cetosis en el cual comienza a utilizar la grasa almacenada como fuente principal de energía.

Durante este proceso, las células del cuerpo liberan enzimas que descomponen los ácidos grasos en moléculas más pequeñas llamadas ácidos grasos libres.

Estos ácidos grasos libres son transportados a las mitocondrias, conocidas como las centrales energéticas de las células, donde se oxidan para producir adenosín trifosfato (ATP), la principal fuente de energía celular.

Entonces, ¿por qué se dice que la grasa se oxida en lugar de quemarse?

La respuesta radica en la idea de que la oxidación es un proceso químico controlado y regulado por el cuerpo, mientras que la quema puede implicar la idea de que la grasa desaparece o se disuelve.

Es importante destacar que el proceso de oxidación de la grasa ocurre de manera constante en nuestro cuerpo, incluso cuando no estamos realizando actividad física.

Sin embargo, durante el ejercicio, la oxidación de la grasa se intensifica debido a la demanda de energía adicional.

Por lo tanto, el ejercicio regular y la actividad física son fundamentales para aumentar la oxidación de la grasa y promover la pérdida de peso.

Es importante tener en cuenta que la oxidación de la grasa no es un proceso localizado en una zona específica del cuerpo.

Cuando perdemos peso, no podemos elegir de manera selectiva de dónde queremos eliminar la grasa.

La oxidación de la grasa ocurre en todo el cuerpo, pero la genética y la distribución de la grasa pueden influir en qué áreas del cuerpo pierden grasa más rápidamente que otras.

La afirmación de que la grasa no se quema, sino que se oxida, es una realidad respaldada por la ciencia.

Durante el ejercicio, nuestro cuerpo utiliza la grasa almacenada como fuente de energía a través del proceso de oxidación.

Si bien es importante entender este concepto, también es esencial recordar que la pérdida de peso no es un proceso localizado y que la actividad física regular y una alimentación saludable son clave para promover la oxidación de la grasa y mantener un peso saludable.

¿Qué es la oxidación de la grasa?

Que es la oxidacion de la grasa

La oxidación de la grasa es un proceso metabólico fundamental que ocurre en nuestro cuerpo para obtener energía. A menudo se utiliza el término quemar grasa de manera coloquial, pero en realidad, lo que sucede es que la grasa se oxida.

Cuando consumimos más calorías de las que necesitamos, nuestro cuerpo almacena el exceso de energía en forma de grasa en las células adiposas. Estas células acumulan triglicéridos, que consisten en una molécula de glicerol y tres ácidos grasos unidos. Durante la oxidación de la grasa, los ácidos grasos se descomponen en moléculas más pequeñas y se utilizan como fuente de energía.

El proceso de oxidación de la grasa ocurre principalmente en las mitocondrias, las centrales de energía de nuestras células. Allí, los ácidos grasos se descomponen mediante una serie de reacciones químicas complejas conocidas como beta-oxidación. Durante este proceso, los ácidos grasos se desprenden de sus moléculas de glicerol y se dividen en unidades más pequeñas llamadas acetil-CoA. Estas unidades de acetil-CoA ingresan al ciclo de Krebs, donde se descomponen aún más para producir energía en forma de ATP.

Es importante destacar que la oxidación de la grasa es un proceso que ocurre constantemente en nuestro cuerpo, incluso cuando estamos en reposo. Sin embargo, su intensidad puede variar según la situación metabólica del individuo. Por ejemplo, durante el ejercicio físico, la oxidación de la grasa se incrementa para proporcionar la energía necesaria para el movimiento. Además, en situaciones de déficit calórico, como en una dieta para perder peso, la oxidación de la grasa se vuelve más prominente, ya que el cuerpo recurre a las reservas de grasa para cubrir sus necesidades energéticas.

La oxidación de la grasa es un proceso metabólico esencial en el cual los ácidos grasos se descomponen para obtener energía. Aunque popularmente se utiliza la expresión quemar grasa, es importante entender que realmente se trata de un proceso de oxidación que ocurre en nuestras células. Comprender cómo funciona este proceso nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación y estilo de vida para optimizar la utilización de la grasa como fuente de energía.

¿Cómo se produce la oxidación de la grasa en nuestro cuerpo?

Como se produce la oxidacion de la grasa en nuestro cuerpo

La oxidación de la grasa en nuestro cuerpo es un proceso esencial para la obtención de energía. A menudo se dice que la grasa se quema, pero en realidad, lo que ocurre es una oxidación gradual de las moléculas de grasa.

La oxidación de grasa es un proceso complejo que involucra a varias enzimas y hormonas. Comienza cuando las reservas de glucógeno en nuestro cuerpo se agotan, lo que ocurre después de aproximadamente 20 minutos de ejercicio continuo. En este punto, el cuerpo necesita encontrar una fuente alternativa de energía, y es ahí donde entran en juego las grasas.

Las células grasas, también conocidas como adipocitos, almacenan triglicéridos en forma de gotas de grasa. Estas gotas de grasa están compuestas por ácidos grasos y glicerol. Cuando el cuerpo necesita energía, las hormonas como la adrenalina y el glucagón se liberan, y estas hormonas estimulan la liberación de los triglicéridos almacenados en los adipocitos.

Una vez liberados, los triglicéridos se descomponen en ácidos grasos y glicerol por una enzima llamada lipasa. Los ácidos grasos se transportan a través de la sangre hacia las células musculares y otras células del cuerpo que necesitan energía. Aquí es donde ocurre la oxidación de la grasa.

En las células musculares, los ácidos grasos se descomponen aún más en unidades más pequeñas llamadas acetil-CoA. Estas unidades luego ingresan al ciclo de Krebs, también conocido como ciclo del ácido cítrico, donde se descomponen aún más para producir dióxido de carbono, agua y energía en forma de ATP.

Es importante destacar que la oxidación de la grasa es un proceso lento y continuo. No ocurre de manera instantánea como algunos podrían pensar. Además, la cantidad de grasa que se oxida depende de varios factores, como la duración e intensidad del ejercicio, la disponibilidad de glucosa en el cuerpo y el estado nutricional en general.

La oxidación de la grasa es un proceso vital para obtener energía en nuestro cuerpo. A medida que las reservas de glucógeno disminuyen, el cuerpo recurre a las grasas almacenadas para obtener combustible. La liberación y descomposición de los triglicéridos conducen a la formación de ácidos grasos, que luego se oxidan en las células musculares para producir energía. Recordemos que la grasa no se quema literalmente, sino que es oxidada gradualmente para obtener energía.

¿Cómo se quema la grasa?

Como se quema la grasa

La grasa no se quema, se oxida: Descubre cómo se metaboliza en el cuerpo

La lucha contra el exceso de grasa corporal es un desafío común para muchas personas que desean mejorar su salud y aspecto físico. A menudo escuchamos que para perder grasa, debemos quemarla. Sin embargo, esta afirmación no es del todo precisa. En realidad, la grasa no se quema, ¡se oxida!

El proceso de oxidación de la grasa, también conocido como lipólisis, es un mecanismo complejo que ocurre en el cuerpo humano. Para entenderlo, primero debemos comprender cómo se almacena la grasa en nuestro organismo. Cuando consumimos más calorías de las que necesitamos para nuestras actividades diarias, el exceso se convierte en grasa y se almacena en células adiposas.

Cuando necesitamos energía, nuestro cuerpo recurre a estas reservas de grasa almacenadas. La lipólisis es el proceso mediante el cual las células adiposas liberan ácidos grasos y glicerol en el torrente sanguíneo para ser transportados a los músculos y otros tejidos que los utilizan como fuente de energía.

La oxidación de la grasa ocurre en las mitocondrias de las células musculares y se divide en dos etapas principales: la beta-oxidación y el ciclo de Krebs. Durante la beta-oxidación, los ácidos grasos se descomponen en unidades más pequeñas llamadas acetil-CoA, que luego ingresan al ciclo de Krebs. En este ciclo, el acetil-CoA se descompone aún más, liberando energía en forma de ATP (adenosín trifosfato), que es la molécula de energía utilizada por las células.

Es importante destacar que para que la oxidación de la grasa ocurra de manera eficiente, es necesario crear un déficit calórico mediante una alimentación equilibrada y actividad física regular. Cuando consumimos menos calorías de las que gastamos, el cuerpo comienza a utilizar las reservas de grasa para cubrir sus necesidades energéticas.

Además, el ejercicio físico desempeña un papel fundamental en la oxidación de la grasa. Durante el entrenamiento cardiovascular, el cuerpo aumenta la demanda de energía y recurre a las reservas de grasa para obtenerla. Por lo tanto, combinar una dieta adecuada con una rutina de ejercicio regular puede maximizar la quema de grasa y promover una pérdida de peso saludable.

Aunque a menudo se dice que quemamos grasa, en realidad, este proceso se conoce como oxidación de la grasa. Es un mecanismo complejo que ocurre en las células musculares y requiere un déficit calórico y actividad física para ser eficiente. Entender cómo funciona este proceso nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación y estilo de vida, ayudándonos a alcanzar nuestros objetivos de pérdida de peso de manera saludable.

Mitos sobre la quema de grasa

La grasa no se quema, se oxida: Desmontando mitos sobre la quema de grasa

En la búsqueda por alcanzar un peso saludable y una figura envidiable, muchas personas se obsesionan con la idea de quemar grasa. Sin embargo, es importante comprender que la grasa no se quema literalmente, sino que se oxida. En este artículo, desmontaremos algunos de los mitos más comunes sobre la quema de grasa y te daremos una visión realista sobre cómo funciona este proceso.

Mito 1: Hacer abdominales quema grasa del vientre

Uno de los mitos más persistentes es que hacer ejercicios específicos para el abdomen, como abdominales, quema la grasa acumulada en esa área. Desafortunadamente, esto no es cierto. Hacer ejercicios de abdominales puede fortalecer y tonificar los músculos abdominales, pero no eliminará la grasa localizada en esa zona. La pérdida de grasa ocurre de manera generalizada en todo el cuerpo, y la única forma de reducir la grasa abdominal es mediante una combinación de una alimentación adecuada y ejercicio regular en conjunto con un déficit calórico.

Mito 2: Los alimentos quemagrasas aceleran el metabolismo

Es común encontrar productos o dietas que se promocionan como quemagrasas, afirmando que aceleran el metabolismo y ayudan a eliminar la grasa corporal. Sin embargo, no existen alimentos mágicos que por sí solos quemen grasa. Algunos alimentos, como el té verde o el café, pueden tener un efecto leve en el metabolismo debido a su contenido de cafeína. No obstante, este efecto es mínimo y no es suficiente para promover una pérdida de peso significativa. La clave para quemar grasa se encuentra en mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física regularmente.

Mito 3: El ejercicio cardiovascular es el mejor para quemar grasa

Si bien el ejercicio cardiovascular es una excelente forma de mejorar la salud cardiovascular y quemar calorías, no es la única opción para quemar grasa. El entrenamiento de fuerza también es crucial para la pérdida de grasa. Al desarrollar y mantener la masa muscular, se estimula el metabolismo y se quema más grasa en reposo. Además, el entrenamiento de fuerza ayuda a tonificar el cuerpo, lo que contribuye a una apariencia más estética y definida.

Mito 4: Las dietas extremadamente bajas en calorías son efectivas para quemar grasa rápidamente

Muchas personas caen en la trampa de las dietas extremadamente bajas en calorías con la esperanza de quemar grasa rápidamente. Sin embargo, estas dietas suelen ser insostenibles y poco saludables a largo plazo. Si bien es cierto que es necesario crear un déficit calórico para perder grasa, reducir drásticamente la ingesta de calorías puede tener efectos negativos en el metabolismo y la salud en general. Es preferible adoptar un enfoque equilibrado y sostenible, que incluya una variedad de alimentos nutritivos y porciones adecuadas.

La grasa no se quema literalmente, se oxida. Desmontar estos mitos sobre la quema de grasa nos ayuda a tener una visión más realista sobre cómo lograr una pérdida de grasa efectiva y saludable. Recuerda que no existen atajos ni soluciones milagrosas, sino que se requiere un enfoque equilibrado que incluya una alimentación adecuada, ejercicio regular y la paciencia para lograr resultados duraderos. ¡No te dejes engañar por los mitos y trabaja en pro de tu bienestar!

Beneficios de la oxidación de la grasa

La oxidación de la grasa es un proceso esencial en el metabolismo humano que desencadena una serie de beneficios para nuestra salud y bienestar. A menudo se utiliza la expresión quemar grasa como sinónimo de perder peso, aunque técnicamente no es correcto. En realidad, nuestro organismo no quema la grasa como una llama, sino que la oxida.

La oxidación de la grasa ocurre en las células del cuerpo, específicamente en las mitocondrias, que son las encargadas de producir energía a partir de los nutrientes que consumimos. Cuando nuestro cuerpo necesita energía, recurre principalmente a las reservas de grasa acumuladas en el tejido adiposo.

Uno de los principales beneficios de la oxidación de la grasa es la pérdida de peso. Cuando se produce una demanda de energía, el organismo moviliza los ácidos grasos almacenados en el tejido adiposo y los envía a las mitocondrias para su oxidación. Durante este proceso, se libera energía que es utilizada por el cuerpo para llevar a cabo sus funciones diarias.

Además de la pérdida de peso, la oxidación de la grasa tiene otros beneficios significativos para la salud. Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que es especialmente beneficioso para las personas con diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina. La oxidación de la grasa también contribuye a mantener niveles saludables de colesterol, disminuyendo los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol malo) y aumentando los niveles de colesterol HDL (o colesterol bueno).

Otro beneficio importante de la oxidación de la grasa es su papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Al reducir los niveles de grasa acumulada en el organismo, se disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, hipertensión arterial y otras afecciones relacionadas.

Además, la oxidación de la grasa mejora la capacidad del cuerpo para utilizar el oxígeno de manera eficiente. Esto es especialmente relevante para los deportistas y personas que realizan actividad física regularmente, ya que les permite tener una mayor resistencia y rendimiento durante el ejercicio.

La oxidación de la grasa es un proceso fundamental en nuestro organismo que nos brinda diversos beneficios para la salud. No solo contribuye a la pérdida de peso, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y aumenta la eficiencia del cuerpo para utilizar el oxígeno. Por lo tanto, es importante fomentar hábitos de vida saludables que promuevan la oxidación de la grasa, como una alimentación equilibrada y la práctica regular de actividad física.

Consejos para favorecer la oxidación de la grasa

La grasa no se quema, se oxida: Consejos para favorecer la oxidación de la grasa

La lucha contra el exceso de grasa corporal es un objetivo común para muchas personas. Sin embargo, es importante entender que la grasa no se quema en el sentido literal, sino que se oxida. La oxidación de la grasa es un proceso metabólico que implica la descomposición de las moléculas de grasa para producir energía. Afortunadamente, existen diversos consejos que pueden ayudarte a favorecer este proceso y alcanzar tus metas de pérdida de peso de manera saludable.

Mantén una alimentación equilibrada: No hay una fórmula mágica para quemar grasa, pero una alimentación equilibrada y nutritiva es fundamental. Prioriza alimentos ricos en fibra, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos. Evita los alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas en exceso.

Incrementa tu ingesta de proteínas: Las proteínas son esenciales para la reparación y construcción de tejidos, pero también pueden favorecer la oxidación de la grasa. Incluye fuentes de proteínas magras como pollo, pescado, legumbres y tofu en tu dieta diaria.

Realiza ejercicio cardiovascular: El ejercicio cardiovascular, como correr, nadar o andar en bicicleta, es ideal para aumentar la oxidación de la grasa. Estas actividades elevan la frecuencia cardíaca y estimulan el metabolismo, lo que resulta en una mayor quema de calorías y grasa corporal.

Incorpora entrenamiento de fuerza: El entrenamiento de fuerza no solo ayuda a fortalecer los músculos, sino que también puede favorecer la oxidación de la grasa. A medida que desarrollas masa muscular, tu metabolismo se acelera, lo que aumenta la cantidad de calorías y grasa que tu cuerpo quema durante el reposo.

No olvides el descanso y la recuperación: El descanso adecuado es esencial para permitir que tu cuerpo se recupere y repare. Duerme lo suficiente y evita el estrés crónico, ya que ambos pueden afectar negativamente los procesos metabólicos y dificultar la oxidación de la grasa.

Hidrátate adecuadamente: El agua es fundamental para mantener un metabolismo saludable. Mantente hidratado bebiendo suficiente agua a lo largo del día. Además, el agua puede ayudar a suprimir el apetito y evitar la ingesta excesiva de calorías.

Considera el ayuno intermitente: El ayuno intermitente es una estrategia alimentaria que implica alternar períodos de ayuno y alimentación. Algunas investigaciones sugieren que esta práctica puede favorecer la oxidación de la grasa y mejorar la sensibilidad a la insulina, pero es importante consultar a un profesional antes de implementarlo.

Conclusiones

Conclusiones

En el amplio y complejo mundo de la nutrición, siempre han existido mitos y afirmaciones que buscan desentrañar los secretos detrás de la pérdida de grasa corporal. Uno de los conceptos más comunes es el de que la grasa no se quema, se oxida. En este breve artículo, hemos explorado este enunciado y llegado a algunas conclusiones importantes.

En primer lugar, es fundamental comprender que el proceso de pérdida de grasa es complejo y va más allá de una simple oxidación. El cuerpo humano es una máquina maravillosa, y cuando se trata de descomponer los depósitos de grasa almacenados, se requiere una serie de procesos metabólicos y hormonales.

La oxidación de las grasas ocurre en el interior de las células, específicamente en las mitocondrias, donde se descompone en ácidos grasos y se convierte en energía utilizable. Sin embargo, esta oxidación no es el único proceso involucrado en la pérdida de grasa. La creación de un déficit calórico, es decir, consumir menos energía de la que se gasta, es esencial para que el cuerpo comience a utilizar las reservas de grasa como fuente de energía.

Además, el equilibrio hormonal juega un papel crucial en la pérdida de grasa. La insulina, por ejemplo, es una hormona que regula el metabolismo de los carbohidratos y las grasas. Cuando los niveles de insulina son altos, el cuerpo tiende a almacenar más grasa. La hormona glucagón, que se libera cuando los niveles de insulina son bajos, estimula la liberación y utilización de las grasas almacenadas.

Es importante destacar que la pérdida de grasa no se limita únicamente a la oxidación. La actividad física, especialmente el ejercicio cardiovascular y el entrenamiento de fuerza, desempeña un papel esencial en la aceleración del metabolismo y la quema de calorías. Además, una alimentación equilibrada y saludable, rica en nutrientes y baja en alimentos procesados y grasas saturadas, contribuye a la pérdida de grasa de manera efectiva.

Si bien es cierto que la oxidación de las grasas es un proceso involucrado en la pérdida de peso, no se puede afirmar que la grasa no se quema, se oxida sea una afirmación completa y precisa. La pérdida de grasa corporal es un proceso multifactorial que requiere de un equilibrio entre el déficit calórico, el equilibrio hormonal y la actividad física regular. Por lo tanto, es esencial adoptar un enfoque integral que combine una alimentación saludable y equilibrada con una rutina de ejercicios adecuada para lograr resultados satisfactorios en la pérdida de grasa corporal.

Como oxidar la grasa rápidamente

Cómo oxidar la grasa rápidamente: consejos clave para acelerar la pérdida de peso

La pérdida de peso es un objetivo común para muchas personas, y una de las principales preocupaciones es cómo oxidar la grasa rápidamente. Afortunadamente, existen estrategias efectivas que pueden ayudarte a acelerar tu metabolismo y promover la quema de grasa de manera eficiente. En este artículo, exploraremos algunos consejos clave para alcanzar este objetivo.

Mantén una alimentación equilibrada: Una de las claves para oxidar la grasa rápidamente es mantener una alimentación equilibrada y saludable. Opta por alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Evita los alimentos procesados, ricos en grasas saturadas y azúcares añadidos, ya que pueden dificultar la pérdida de grasa.

Incrementa tu consumo de proteínas: Las proteínas son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, y también pueden ayudar a acelerar el metabolismo. Aumentar la ingesta de proteínas puede promover la sensación de saciedad, reducir el apetito y mantener una masa muscular magra. Incorpora fuentes de proteínas como carne magra, pescado, huevos, legumbres y lácteos bajos en grasa en tus comidas diarias.

Realiza ejercicio regularmente: El ejercicio es fundamental para oxidar la grasa rápidamente. Combina actividades cardiovasculares, como correr, nadar o montar en bicicleta, con entrenamiento de fuerza para estimular el metabolismo y aumentar la quema de calorías incluso en reposo. Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad vigorosa cada semana.

Incorpora entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT): El HIIT es una forma de ejercicio que combina ráfagas cortas de alta intensidad con períodos de descanso. Este tipo de entrenamiento ha demostrado ser efectivo para quemar grasa y aumentar el metabolismo. Puedes realizar ejercicios como sprints, saltos o burpees durante 20-30 segundos, seguidos de un breve descanso de 10-20 segundos, y repetir el ciclo varias veces.

Duerme lo suficiente: El descanso adecuado es esencial para la pérdida de grasa. Durante el sueño, el cuerpo se recupera y regula las hormonas relacionadas con el apetito y el metabolismo. La falta de sueño puede alterar estos procesos, lo que puede dificultar la oxidación de la grasa. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche para optimizar tu metabolismo y promover la pérdida de peso.

Mantén una hidratación adecuada: Beber suficiente agua es esencial para el buen funcionamiento del metabolismo. El agua ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y puede aumentar temporalmente la tasa metabólica. Además, a veces la sed puede confundirse con el hambre, por lo que mantenerse hidratado puede ayudar a controlar el apetito y evitar comer en exceso.

Evita el estrés: El estrés crónico puede tener un impacto negativo en el metabolismo y dificultar la pérdida de grasa. Busca formas de manejar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditar, hacer ejercicio o disfrutar de actividades que te gusten. Esto puede ayudarte a mantener un equilibrio hormonal adecuado y favorecer la oxidación de la grasa.

Referencias bibliográficas

La dieta cetogénica: La guía completa para principiantes – Amy Ramos

El método Gabriel: Transforma tu cuerpo sin hacer dieta – Jon Gabriel

La enzima prodigiosa: Una forma de vida sin enfermar – Hiromi Shinya

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