Saltar al contenido

Remedios caseros para el acido urico

Jose Yañez

Hay mucha gente por ahí que está considerando la posibilidad de remedios caseros para el ácido úrico.

Muchas de estas personas sufren de las condiciones que el exceso de ácido úrico puede originar como cálculos renales y gota.

Ambas condiciones médicas están asociadas con dolor intenso, y cualquier persona razonable debería hacer todo lo posible para evitar complicaciones.

Desafortunadamente, no todos están teniendo éxito con los tratamientos o medicamentos modernos o simplemente quieren probar un mejor enfoque que no tenga tantos efectos secundarios. La verdad es que los remedios herbarios no tienen muchos efectos secundarios, aunque se sugiere visitar a un médico antes de comenzar cualquier tratamiento natural.

El jugo de cereza es uno de los remedios caseros más comunes para el ácido úrico. Este jugo reduce los niveles de este ácido úrico en nuestro sistema. Sólo un vaso al día puede ser muy beneficioso.

Los niveles más altos de vitamina C también reducen los niveles de ácido úrico en el sistema y se consideran otro de los remedios caseros. Ya que esta vitamina es soluble en agua no se acumula en nuestro sistema y no causa daños más adelante.

El de ortiga es otro de los remedios caseros que han existido por mucho tiempo. El té de ortiga tiene muchos beneficios, incluyendo la disminución de azúcar en la sangre, además mejora la función renal. Dado que el ácido úrico es filtrado por los riñones para que no se acumulen en el cuerpo, cualquier cosa que ayuda a que los riñones trabajen mejor es beneficiosa.

La fresa lleva utilizándose como remedio natural contra el ácido úrico desde hace siglos; Kart von Linneo, médico sueco experto en botánica (1707-1778) recomendaba la fresa como cura perfecta para la gota, y lo hacía plenamente convencido, pues él mismo se recuperó de gota al someterse a una dieta con fresas.

fresa nutricion

Valores nutricionales de las fresas o frutillas

Se emplea también como planta medicinal, con las siguientes propiedades:

  • Dieuréticas y antirreumáticas: tres a cuatro tazas diarias de la infusión de las hojas y las raíces nos ayudan contra el ácido úrico, gota y artritis.
  • Anticolesterol: la gran cantidad de ácido ascórbico, así como de lecitina y pectina contenida en sus frutos, la hacen ideal para disminuir el nivel de colesterol de la sangre.
  • Antiinflamatorias: una infusión de las hojas es beneficiosa para las inflamaciones del intestino. La cocción de las raíces ayuda a disminuir las inflamaciones artríticas.
  • Astringentes: beber tres a cuatro tazas diarias de la cocción de sus hojas es útil contra la diarrea. Las infusiones de hojas secas son muy astringentes y pueden utilizarse para curar las llagas de la boca.
  • Mineralizantes: sus frutos, muy ricos en vitamina C, tienen virtudes antianémicas y reconstituyentes. Resultan muy adecuados en la época de crecimiento.
  • Las hojas machacadas y aplicadas sobre la piel constituyen un buen remedio para evitar las arrugas.
  • También se usaban como laxante.

 

Deja un comentario